jueves, 23 de junio de 2011

independencia de mexico

CONSPIRACION DE QUERETARO


Al iniciar el siglo XIX, los habitantes de la Nueva España estaban descontentos con el gobierno español y con el rey por los cambios que había hecho. Llegaron noticias a América de que Francia había invadido España y el rey habìa sido obligado a renunciar. Para discutir lo que sucedía en España muchas personas empezaron a reunirse.
Algunas de ellas eran Ignacio Allende, Juan Aldama, Miguel Hidalgo y Josefa Ortiz de Domínguez, quienes conspiraban en la ciudad de Querétaro y San Miguel el Grande. En sus reuniones buscaban aprovechar la situación para que los habitantes de la Nueva España se independizaran de España.
Una de las personas que asistía a esas reuniones informó a las autoridades lo que estaba sucediendo, entonces el gobierno ordenó que llevaran a la carcel a todos los que participaran en esas reuniones. Doña Josefa Ortiz de Domínguez, la esposa del corregidor de Querétaro, pudo enviar un mensaje al resto de los conspiradores por medio del alcade de Querétaro, Ignacio Pérez, avisó a Aldama, quien se reunió con Allende e Hidalgo y les comunicó lo ocurrido.
inicio de la independencia


JUNTAS LITERARIAS
Desde principios del siglo XIX empezaron a realizarse reuniones para planear la independencia del Virreinato de la Nueva España (México), en esta reuniones literarias destacó la de la ciudad de Valladolid (hoy Morelia), ya una vez habia sido descubierta por la autoridad española, pero aún asi siguió su marcha en Queretaro.  A este tipo de juntas siempre asistían Criollos (hijos de españoles nacidos en América), ya que ellos eran los que mas deseaban la libertad y eran los que en un momento dado podían asumir el gobierno. 
Estas nueva juntas se disfrazaban  como "Academia Literaria" y eran realizadas en la casa del Corregidor Miguel Domínguez y de su esposa Josefa Ortiz de Domínguez.  En estas reuniones también participaron Ignacio Allende, personaje importante en la sociedad y el cura Don Miguel Hidalgo y Costilla, el cual era influyente entre los desprotegidos e índigenas, También participó Mariano Abasolo.
Fué Hidalgo el que organizaría el movimiento popular Y Allende junto con Aldama serían las cabezas del ejército insurgente.  El movimiento que organizaban debería estallar el 1º de diciemebre de 1810 para asi dar inició a la independencia. pero la conspiración contra la corona española fué descubierta por el virrey Francisco Venegas.  El mensajero de la corregidora y el capitánAldama llegaron al pueblo de Dolores en la madrugada del
16 de septiembre de 1810, y les avisaron a don Miguel Hidalgo y Costilla y a Ignacio Allende, que la conspiración había sido descubierta. Entonces Hidalgo exclamó: "Caballeros. estamos perdidos. Aquí no hay más remedio que ir a coger gachupines". Sacaron a los presos de la cárcel y metieron en su lugar a todos los españoles que vivían enDolores. 

DESARROLLO DE LA INDEPENDENCIA
GRITO DE INDEPENDENCIA
Cuando la conspiración fue descubierta y enviados a prisión algunos conjurados, Hidalgo se enteró de la denuncia vagamente el 12 o 13 de septiembre. Dona Josefa Ortiz de Domínguez envió un emisario a Allende, pero no encontrándolo entregó la misiva a Aldama. Este entró a Dolores el 16 de septiembre a las 2 de la manana. Al enterarse Hidalgo que se había descubierto la conspiración en Querétaro, dijo a Allende y a Aldama: "Caballeros, somos perdidos; aquí no hay más recurso que ir a coger gachupines".
Después de armar a 10 hombres se dirigieron a la cárcel para libertar a los presos, reuniendo hasta 80 hombres. Era domingo y llamó a misa más temprano que de costumbre. Hidalgo habló a los feligreses que acudieron increpándolos a levantarse en armas para derrocar al mal gobierno y esperar un mejor porvenir.
Las palabras de Hidalgo despertaron un vivo entusiasmo por la libertad, llegando a reunir casi 300 hombres. Prendieron al subdelegado, y así se adueñaron de la población sin la más mínima resistencia. Comenzaba la lucha por la Independencia.   Unió a ellos el Regimiento de la Reina, y la gente del campo, principalmente indios, armados con hondas, palos e instrumentos de labranza, algunas lanzas, espadas y machetes, tocó las campanas para llamar a la primera misa. Por ser domingo, acudieron muchas personas, que en su mayoría eran indígenas. Desde el atrio, el cura les hizo una enérgica exhortación a liberarse del yugo español y terminó su breve discurso al grito de
"¡Viva la lndependencia! ¡Viva América! ¡Muera el mal gobierno! A lo que los feligreses emocionados respondieron: ¡Mueran los gachupines! "   Rápidamente se organizaron, y a las once de la mañana, salieron de Dolores ochocientos hombres, armados con piedras, lanzas y palos. En su camino hacia la libertad, pasaron por varios pueblos y ciudades, cuyos habitantes apoyaron su noble causa, y muchos de ellos se sumaron al ejército libertador. Al llegar a Atotonilco, Hidalgo tomó de la iglesia una pintura de la Virgen de Guadalupe, con la que improvisó un estandarte y, mientras lo agitaba a la vista de todos, gritó: "¡Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe! ¡ Viva la América!"
Poco después los españoles eligieron a la Virgen de los Remedios, como patrona y generala de sus fuerzas.  Al ser informado de que los insurgentes se dirigían a Guanajuato, una de las ciudades más ricas e importantes del virreinato, el intendente, Juan Antonio de Riaño, dio instrucciones a los soldados realistas de preparar el ataque en la Alhóndiga de Granaditas, mientras que sus empleados trasladaban a ella los caudales reales, los fondos de la ciudad y los archivos del gobierno, además de víveres y barriles de agua. Los españoles también usaron a esa fortaleza como refugio de sus familias, de sus tesoros y de ellos mismos.

CONSUMACION DE LA INDEPENDENCIA
La consumación de la Independencia de México tuvo lugar el 27 de septiembre de 1821, aunque se venía gestando desde mucho tiempo atrás.
En 1820 el coronel español Rafael del Riego se levantó en armas para obligar a Fernando VII a jurar la Constitución de Cádiz, suprimida por el rey en 1814. En Nueva España los clérigos y acaudalados vieron en la Carta Magna, jurada en Veracruz el 26 de mayo de 1820, un obstáculo para sus privilegios, así que decidieron promover la independencia. Un grupo de prominentes aristócratas dirigidos por Matías de Monteagudo se reunían en juntas secretas conocidas como Conspiración de la Profesa, por llamarse así el templo. Con la anuencia del virrey Juan Ruiz de Apodaca, los conspirados consiguieron que Agustín de Iturbide fuera nombrado general en jefe del Ejército del Sur, con el encargo de acabar con Vicente Guerrero y Pedro Ascencio.
Guerrero era el único jefe insurgente que realmente permanecía activo desde la muerte de Francisco Javier Mina en 1817. Intentó convencer a los jefes realistas José Gabriel de Armijo y Carlos Moyá para formar un ejército libertador que depusiera a Apodaca para en su lugar nombrar a un virrey conciliador con el que fuera posible consumar la independencia, pero ambos se negaron.
Iturbide relegó a Armijo en noviembre de 1820 y luego de varias derrotas comprendió que por la vía de las armas sería imposible vencer a Guerrero, por lo que le planteó la idea de unir fuerzas para establecer una nación independiente encabezada por Fernando VII u otro miembro de la realeza europea. El pacto entre ambos jefes se llevó a cabo el 10 de marzo de 1821 con el evento conocido como Abrazo de Acatempan. El 24 de febrero de ese año Iturbide dio a conocer el Plan de Iguala, con el que constituía el Ejército Trigarante, cuyas garantías eran independencia, religión y unión.
Durante poco más de seis meses el Ejército Trigarante recorrió el virreinato promoviendo sus ideales. Entre las escasas acciones bélicas de ese periodo se encuentran la toma de Oaxaca, el 20 de julio de 1821 a manos de Antonio de León y Loyola, y la última batalla de la guerra, librada en Azcapotzalco. Iturbide dividió el país en zonas militares: la centro occidental, dirigida por Guerrero, Anastasio Bustamante y Pedro Celestino Negrete; la oriental, comandada por Nicolás Bravo y Antonio López de Santa Anna y la sur, bajo el mando de Antonio de León.
Apodaca fue depuesto por los militares de la Ciudad de México, quienes en su lugar nombraron a Francisco Novella. Las Cortes en España también decidieron remover a Apodaca, pero su sustituto designado fue el masón liberal Juan O'Donojú, con quien Iturbide pudo llegar a un acuerdo con los Tratados de Córdoba.
Finalmente, el 27 de septiembre de 1821 el Ejército Trigarante entró a la Ciudad de México, después de 11 años y 11 días de lucha y más de tres siglos de dominio español.
Archivo:Independencia-mx-acta.jpg

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